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miércoles, 27 de enero de 2010

NEED FOR SPEED

Electronics Arts, ha vuelto a la carga con una de sus franquicias más sonadas: Need for speed. Desde el primer juego de la saga lanzado en 1995 hasta el actual, han visto la luz siete ediciones del mismo, siempre caracterizadas por una calidad técnica y una diversión que le han valido el apoyo incondicional de los amantes de la velocidad dispuestos a disfrutar año tras año de una nueva entrega de la serie. El primer Need For Speed se caracterizó por ofrecer al jugador una nueva experiencia de conducción, madurada bajo la sombra de auténticas vacas sagradas de la época como el famoso Test Drive de Accolade o el pretendido realismo de Car & Driver; por primera vez, se comenzaron a utilizar texturas foto realistas, captura de movimientos e imágenes de vídeo en un juego de velocidad y todo acompañado de unos efectos de sonido que rompían moldes en la época. A lo largo de su historia, Need for Speed ha tocado todos los palos de la conducción: persecuciones policiales, carreras por puntos, contrarreloj, misiones especiales, apuestas... siempre manejando automóviles de ensueño, auténticas joyas de la mecánica actual, desde Ferraris a Lamborghinis pasando por un monotemático de la legendaria Porsche, todo aderezado por una conducción arcade, que encuentra el punto intermedio entre realismo y diversión, ofreciendo siempre velocidad y espectáculo a partes iguales. Need For Speed Underground, quizás la entrega de la serie más fuera de sus cánones habituales, está lejos de centrarse en los grandes turismos y súper deportivos a los que nos tienen acostumbrados sus distintas ediciones. EA esta vez ha decidido centrarse en uno de los apartados más de moda actualmente dentro del panorama audiovisual, el tuning. En la estela del éxito de películas como "Too fast too forious" y bajo una ambientación visual y sonora sin precedentes, NFS Underground se presenta al gran público como si de un auténtico estreno cinematográfico de Hollywood se tratara. Eso sí, sin romper con las reglas básicas de sus antecesores: primar la diversión sobre el realismo, ofreciendo una conducción arcade bajo una puesta en escena "realista" de la física y un diseño audiovisual de alta calidad. ¿Pero hasta qué punto se puede llegar a controlar la delgada línea que separa el realismo de la diversión?, ¿estamos ante la mejor entrega de la serie?, ¿es definitivamente una referencia en el género?... Me temo que la respuesta es que se ha tratado de realizar una adaptación del mundo del Tuning desde una perspectiva más cinematográfica que realista, creando un juego con una calidad técnica impecable, pero sin prestar atención a los pequeños detalles que convierten a un buen juego en una referencia en su género. Le falta esa chispa que le habría hecho especial dentro de la serie, aunque se acopla perfectamente en su línea, dando una calidad global al conjunto más que aceptable.


Gráficos y sonido

Dos palabras definen el nivel del apartado audiovisual de este juego: certificación THX. Con el equipo adecuado, visualizar las carreras de NFS Underground es como estar viendo una carrera de la película "Too fast too forious", la utilización de los efectos más punteros de DirectX 9.0, dejarán con la boca abierta a los fanáticos de la aceleración 3D.

Un sistema de iluminación, supervisado por un experto en efectos especiales nominado a los Oscar, y la experiencia de un equipo de desarrollo como el de Need for Speed ha dado lugar a una auténtica delicia visual. El sistema de iluminación cuenta con efectos especiales más propios del cine que de los videojuegos, como el "motion blur" (distorsión de la imagen, produciendo una estela en el movimiento de un objeto, cuya intensidad y tamaño varían dependiendo de la velocidad a la que circulemos) o el "light trail" (las coronas que rodean una fuente de luz se deforman en la dirección del movimiento de la cámara) sumergen al jugador en un tubo de inmersión de alta velocidad, donde parece que los gráficos se salen de la pantalla. Las reflexiones que ofrece el asfalto nos sorprenderán gratamente en numerosas ocasiones, el agua se condensa formando charcos y el refulgente brillo de las carrocería de los coches, iluminada por las luces de la ciudad, proporcionan un aspecto genuino, muy propio de un juego de estas características.
En el apartado sonoro, la música merece una mención especial, temas cedidos por compañías de la talla de Sony Music, Virgin, BMG con ritmos muy propios del frenetismo de las carreras de Tuning, con grupos como The Crystal Method, Rob Zombie, Rancid, x-ecutioners, algunos con remezclas realizadas en exclusiva para el juego. De nuevo, el sonido de la palanca de cambios, las ruedas sobre el asfalto o el rugir de nuestro motor, darán pos satisfecho al jugador más exigente, introduciendo efectos sonoros que potencian la experiencia de velocidad, como pasar al lado de un grupo de árboles en medio de la isleta de un bulevar, sonarán como cuchillos que vuelan rasantes a nuestro paso. En pocas palabras, el acabado técnico del juego está a la altura de una serie como Need For Speed, eso sí, sólo los equipos a la última disfrutarán de él en todo su esplendor.


Guión

En los juegos de velocidad como este que nos atañe, el guión no es una cuestión que se haya tenido en cuenta a la hora de diseñarlo. Bajo la excusa de las carreras ilegales y todo ese ambiente underground que lo acompaña, se desarrolla nuestra pequeña escalada hacia la cumbre de las carreras nocturnas clandestinas.
Básicamente un posible guión, que habría ofrecido un pequeño toque especial al conjunto, queda relegado a un segundo plano, donde el verdadero protagonista del desarrollo son las carreras y los coches que en ellas intervienen.
Como si de un juego de Rol se tratarse, configurando a nuestro personaje para salir a escena, comenzamos seleccionando un coche, el cual podremos ajustar visualmente según nuestras preferencias, potenciando uno de los valores más importantes para escalar posiciones en las carreras ilegales, la reputación. Según progresamos en los distintos estilos de competición existentes, obtendremos puntos de estilo que aumentarán nuestro protagonismo, permitiéndonos ganar más dinero para obtener extras visuales y mecánicos que nos faciliten llegar a la élite de las carreras ilegales.

Estrategia y trucos

NFS Underground comienza por una impresionante presentación, digna de las escenas más espectaculares de películas como "Too fast too furious". Una vez en el menú del juego se mantiene la calidad global de la presentación, ofreciendo el tema musical "Get low" de Lil Jon & eatside boyz, mientras un coche perfectamente "tuneado" recorre un escenario en segundo plano.

Tras crear nuestro perfil, el siguiente menú nos permitirá acceder a todas la opciones de juego. En primer lugar, se nos da la posibilidad de participar en el modo "Underground", el hilo principal bajo el que desarrollaremos nuestras habilidades como piloto de carreras ilegales. A la altura de la opción Underground, tendremos la posibilidad de seleccionar el Quick Race Mode, es decir, para los que quieren comenzar sin complicaciones, una forma rápida de "meterse en harina".
También el menú ofrece la posibilidad de configurar nuestro bólido en el aspecto visual y mecánico que más nos guste para competir en el Quick Race, eso sí, sólo estarán disponibles los coches, las mejoras visuales y mecánicas o los circuitos que hayamos desbloqueado en nuestras carreras por el modo Underground.

Al comenzar la historia, de nuevo una presentación nos va preparando para realizar nuestra primera carrera ilegal y tras finalizarla, comenzaremos seleccionando uno de los coches correspondientes al nivel de reputación inicial, ¿reputación inicial?, pues sí, comenzamos sin nada de reputación, desde lo más bajo de las carreras ilegales y tenemos que ganar, y además con estilo, todas y cada una de las pruebas en las que nos hagan competir, para ganar más dinero y acceder a los coches y mejoras que ese preciado "recurso" nos proporciona.
Ganar reputación no es tan sencillo como pasar el primero por la línea de meta ("la fama cuesta"), es necesario que para obtenerla, ganemos puntos de estilo en nuestra conducción. ¿Y cómo demonios se ganan esos puntos de estilo?, pues realizando a la perfección "las maniobras" más arriesgadas de las carreras de Tuning, consiguiendo una buena aceleración en la salida frente al resto de competidores, trazando largos derrapes en las curvas sin colisionar en el contravolanteo con el escenario, manteniendo el mayor tiempo posible nuestra ruta de colisión hacia un choque frontal con los coches que vengan en dirección contraria, evitando los accidentes indiscriminados contra otros vehículos, etc...

Aceptar los desafíos que otros contrincantes nos planteen será la manera de progresar en el juego, siempre se apostará por la carrera que se haga, ganando dinero o mejoras para tu bólido, de modo que puedes hacer tres tipos de apuestas, la fácil o la de los "miedicas", la media o la de los "conformistas", o la apuesta dura, para los chicos duros a los que les gusta apostar fuerte. Aunque perdamos, no bajamos puntos, quizás habría aumentado el nivel de "pique" la posibilidad de perderlo todo (o ganarlo) en una carrera.
La variedad de situaciones en las que nos enfrentaremos suman un total de cinco, van desde "Circuit", la clásica carrera en un circuito cerrado, pasando por "Sprint" para ir de un punto a otro pudiendo utilizar pequeños "atajos" para llegar el primero, el "Lap KnockOut" donde el último en pasar por meta es eliminado en cada vuelta. "Drift" en la que ganan aquellos conductores que hagan los derrapes más largos y difíciles. Y, por último, la modalidad "Drag", la más típica de las carreras ilegales, donde correremos frente a otros tres competidores en una recta de varios kilómetros, en la cual, saber cambiar la marcha en el momento preciso y mantener los nervios de acero, frente a la vibración del coche provocada por la velocidad, son las claves del éxito.

Como buen juego de Tuning, el rendimiento de la máquina puede ser siempre modificada a nuestro gusto para configurar un monstruo de la mecánica que sea llamativo por fuera y salvaje por dentro. Para "tunear" nuestro "carro", disponemos de multitud de características que harán las delicias de los más aficionados a este tipo de carreras. Podremos configurar los parachoques frontal y trasero con espectaculares diseños, que junto a distintos tipos de faldones, harán que nuestro coche roce el suelo con elegancia.
Contaremos también con la posibilidad de cambiar las llantas, su tamaño y equiparlas con marcas como MOMO, ENKEI, BBS, König, O.Z... además podremos equipar el coche con accesorios como luces de neón para los bajos, tubos a escape, tintado de lunas, etc... ¿qué todavía quieres configurar más el aspecto visual?, pues además cambiar el color de la pintura utilizada en la carrocería y las llantas de tu máquina, podrás ponerle otro detalles llamado "vinilos", con dibujos de todo tipo (fuego, relámpagos...) y esa clase de simbología que le da personalidad a un auténtico coche "tuneado".


En cuanto al rendimiento, el "trucaje" del motor estará a la orden del día en esta clase de competiciones, para lo cual, deberás equipar a tu coche con una mecánica especial que basará su efectividad en tres parámetros básicos: aceleración, velocidad máxima y manejo del coche. Todas las características configurables de este apartado tienen tres niveles, "rendimiento de calle", "rendimiento profesional" y "rendimiento extremo". Bajo estos tres niveles podremos configurar potencia del motor, de la mecánica, del frenado, la suspensión, el fuel, el turbo, seleccionar neumáticos de diferentes tamaños y hasta ponernos al máximo la velocidad que nuestro vehículo puede dar, con bombonas de óxido nitroso que dispararán nuestra velocidad como si estuviéramos sentados encima de un cohete.


Requisitos del sistema Requisitos según fabricante: Sistema operativo: Windows 98, 98 SE, ME, 2000 Professional, XP Proffesional o Home Edition. CPU: Pentium III a 700 Mhz o Athlon equivalente. Tarjeta de vídeo: compatible con DirectX 9.0 de al menos 32 Mb montada con cualquiera de los siguientes chipsets: Nvidia Nforce, Nvidia GeForce2 y superiores, ATI Radeon 7500 y superiores. Memoria Principal: 128 Mb R.A.M. (256 Mb utilizando Windows 2000 o XP para las partidas Online). Formato: CD-R.O.M. Disco Duro: 2 GB. Tarjeta de sonido: 100% compatible con DirectX. Controles: teclado, Pad, volante o Joystick, soporta Force Feedback. Recomendados por el autor del análisis: Sistema operativo: Windows XP. CPU: Pentium IV a 1.8 Ghz o Athlon equivalente. Tarjeta de vídeo: A partir de Geforce 4 TI en los modelos de Nvidia. A partir de Radeon 8500 en los modelos de ATI, para aprovechar todos los efectos especiales es necesario contar con una aceleradora de DirectX 9.0 a partir de una Nvida GeForce FX 5200 o una Radeon 9600 en ATI. Memoria Principal: 512 Mb R.A.M. Formato: CD-R.O.M Disco Duro: 2 Gb. Tarjeta de sonido: 100% compatible con DirectX con aceleración de sonido multicanal, 4 altavoces satélites con subwoofer. Controles: Volante con Force Feedback. Ordenador utilizado por el autor del análisis: Sistema operativo: Windows XP. CPU: Pentium IV a 2.2Ghz. Bus en placa a 400 Mhz. Tarjeta de vídeo : Hercules 3D Prophet 9700 Pro 128Mb (Ati Radeon 9700 Pro). Memoria principal : 512 Mb R.A.M. Formato: D.V.D. Disco Duro: 80 Gb. Control: Logitech Formula Force GP. Y EL MEJOR VIDEO : NEED FOR SPEED Pro Street:

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